Actualidad del motor
6/10/2025
Diésel o gasolina es una de las preguntas que, todavía hoy, muchos conductores se hacen a la hora de abordar la adquisición de un nuevo vehículo. Sin embargo, hay una tercera opción que no todo el mundo tiene en cuenta si no da el salto a la electrificación: el gas licuado de petróleo o GLP.
Vinculado tradicionalmente a taxis y ciertos vehículos de flota, el gas licuado de petróleo goza actualmente de muy buena reputación gracias al continuo refinamiento de sus mecánicas. Y ahora, con la hibridación suave que Dacia plantea en Bigster gracias a la motorización mild hybrid-G 140, se convierte también en una opción sobresaliente para vehículos C-SUV.
¿Pero qué es el GLP, cuáles son sus ventajas y cómo mejora con la hibridación que propone Dacia?
El GLP, también conocido por las siglas en inglés LPG y, ocasionalmente, como autogas, es una mezcla de gases licuados (es decir, en estado líquido al estar sometidos a presión) derivados de la extracción del refinamiento del petróleo.
Grosso modo, se suele decir que el GLP es una mezcla de propano y butano. Posee un gran poder calorífico, reflejo de la gran cantidad de energía que contiene, pero con unas emisiones de dióxido de carbono muy inferiores (alrededor de un 35 % menos si se compara con el diésel).
Los coches con motor GLP repostan de una manguera exactamente igual que los de gasolina o diésel, transfiriendo gas licuado a un depósito a presión. Algunos coches, como es el caso de los Dacia dotados con el motor Eco-G 100 y dos depósitos diferentes, pueden utilizar indistintamente gasolina y GLP para proporcionar una mayor flexibilidad en el uso del combustible. Una tecnología, conocida como bicarburación, que se refina aún más de la mano del nuevo mild hybrid-G 140, estrenado por Dacia Bigster.
Aunque el GLP no ha gozado de la misma popularidad que otros combustibles, sus beneficios son numerosos. Y una vez empiezas a conducir uno, la mayoría se tornan evidentes.
Más grande y reciente, Dacia Bigster va un paso más lejos, añadiendo hibridación ligera para reducir el consumo en recorridos urbanos.
Todas estas características hacen que el GLP sea una opción de compra muy interesante, en particular si se priorizan aspectos como el ahorro en el consumo y la capacidad para realizar recorridos muy largos sin necesidad de repostar.
Pero el GLP no solo puede combinarse con otros combustibles en motores bicombustión. La flexibilidad de este combustible es todavía mayor en el caso de Dacia Bigster, que cuenta en su gama de motorizaciones con el innovador sistema mild hybrid-G 140.
Este motor bicarburación de 140 CV de potencia consta de un bloque turboalimentado de 1,2 litros y tres cilindros capaz de utilizar GLP y gasolina, utilizando dos depósitos independientes de 50 litros, que ofrece el doble de capacidad de combustible, dando al conductor la opción de cambiar entre uno y otro gracias a un botón en el interior. Asimismo, también incluye un sistema de hibridación suave de 48 V, que se recarga mediante la recuperación de la energía cinética, como por ejemplo al detenerse en los semáforos.
Gracias a esta mecánica, Dacia Bigster puede reducir su consumo hasta un 10 % y disfrutar de una autonomía combinada de más de 1.400 km, convirtiendo a este SUV en una nueva referencia entre los vehículos familiares de orientación rutera.
La motorización mild hybrid-G 140 implica que, aunque no arranque en modo eléctrico, sí que utiliza la microhibridación como apoyo en las arrancadas y cuando llega la hora de adelantar al C-SUV de Dacia.
Todas estas ventajas, además, tienen premio. Con la promoción más reciente, Dacia Bigster mild hybrid-G 140 viene con 200 euros de regalo en carburante Repsol AutoGas, por lo que empezarás desde el mismo instante en el que lo saques del concesionario.
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